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La alimentación, la nutrición y la salud van de la mano!
- De farmacéutica a nutricionista, estas son mis razones:
» 1. La alimentación como prevención primaria
Mientras estudiaba farmacia, disciplina fascinante donde las hayas (y que volvería a estudiar aun que fuese solo por placer!) iba forjando mi idea – idea que inicialmente era tan solo una intuición- de que si los beneficios de los farmacos se debían a su acción molecular en los sutiles, complejos y estremadamente variados mecanismos que controlan el equilibrio del cuerpo (la homeostasis) lo mismo debía pasar con los elementos esenciales y beneficiosos contenidos en los alimentos, los NUTRIENTES.
Solo que los fármacos lo hacen para reestablecer el equilibrio cuando la persona sufre una enfermedad, ya sea aguda o cronica.
Los alimentos contribuyen a mantener ese equilibrio todos los días y son útiles tanto cuando la persona sufre una enfermedad, como cuando la persona goza de una salud estupenda y quiere mantener esa salud.
Esta es la “prevención primaria” y yo actualmente quiero aportar mi grano de arena para “prevenir antes que curar”.
“ Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”, Hipócrate dixit.
» 2. El cuidado de los demás: vocación familiar.
Vengo de una familia de educadore y cuidadores: mi madre y mi abuela maestras, mis tías profesoras de colegio, instituto y universidad, una de mis hermanas orientadora social.
Una parte de mi hubiera sido una gran profesora debido al ambiente respirado en casa, así que quiero pensar que la forma de acercarme a mis pacientes desde la educación alimentaria y a través de la entrevista motivacional sea la manera más poderosa y eficaz para lograr los objetivos dieteticos. Y esto me lleva al parrafo siguiente:
» 3. Empoderamiento del paciente, la “dieta” más eficaz
Como farmáceutica el abordaje es más bien “directivo” (al igual que los médicos): “toma este medicamento, durante tanto tiempo, y de la siguiente manera”. Y con los medicamentos, vale, se puede hacer.
Como nutricionista es otro cantar: el abordaje es “educativo” y lo que voy a trabajar es el cambio de hábitos, todos los hábitos relacionados con la alimentación.
Podría decirte perfectamente: “los donuts no son buenos para tu salud, deja de comerlos, tómate un platano” (enfoque directivo).
Sería efectivo? Ya te digo yo que no: es importante saber porque te tomas este donut, cuantas veces lo tomas, en que ocasiones, con que otros alimentos lo comes, etc etc.
Una vez que tengamos (hablo en plural, “que tengamos tu y yo”) esta información, vamos a ver donde encaja este donut en tu alimentación. Y como vas a ser capaz tu de encajarlo.
La información es poder, la información conciente hace que mis pacientes sean pacientes empoderados. Y esto es una gran satisfación personal!
» 4. Los medicamentos necesitan ayuda.
Que ya hay una enfermedad y además esta enfermedad es crónica: nuestros médicos nos habrán dado la terapia farmacéutica más apropiada; nuestros farmáceuticos nos asesorarán sobre como cumplir lo mejor posible esas pautas.
Así que, ¿Podré comer lo que me venga en ganas?
Los medicamentos , por muy eficacez y seguros que sean, no obran milagros. Es prudente y razonable establecer las pautas dietéticas más apropiadas en cada patologia con el fin de prevenir el avance rápido de la enfermedad, por un lado, y de asegurar el mejor ambiente posible para que los farmacos actúen correctamente.
Aquí la farmaceutica y la nutricionista cohabitan totalmente en simbiosis!
» 5. Un espacio intimo, seguro.
La consulta como lugar acogedor donde el paciente se sienta comprendido, arropado, guiado y acompañado. Algo que quizás echaba de menos siendo solo farmáceutica.
He mencionado anteriormente la entrevista motivacional, una herramienta terapeutica que el profesional usa para encontrar lo que realmente mueve al paciente cuando pide ayuda para modificar su dieta.
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